martes, 18 de septiembre de 2012

Murphy’s


 
Marca: Murphy’s
Estilo: Lager / Irish red
Origen: Irlanda
Graduación: 5º
Hoy hemos quedado con la señorita Murphy’s, otra amiga de hace ya un tiempo. Se trata de una lager, vendida como ale, típicamente irlandesa elaborada en Holanda.

Lo primero que nos encontramos es un color rojizo oscuro, prácticamente transparente y con poca carbonatación, y sin prácticamente espuma, lo que parece aventurar una cerveza sosa. Igualmente desprende un aroma no muy intenso a una mezcla de caramelo y regaliz, con una ligera nota cítrica. Sigue sin prometer mucho.

Al probarla sí que despliega sus armas, puesto que el sabor es muy pleno a caramelo, tal como esperábamos, con un toque cítrico, y con un fuerte toque a alcohol, amargo, que deja un persistente gusto a caramelo quemado.

En resumen, una cerveza agradable, sin más, que entra muy fácil.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Voll-Damm


Voll-Damm
Marca: Damm
Estilo: Lager / Märzenbier
Origen: España
Graduación: 7,2º


Voy a dedicar mi primera cata a una vieja amiga: la Voll-Damm. Una cerveza que siempre me ha gustado mucho, y que espero que me descubra algún secretillo que tenga oculto todavía, a pesar de enfrentarme a una de lata.

La característica que la propia marca destaca de esta variedad es la doble malta, que como muy bien explican en su propia página web , el hecho de añadir el doble de malta a la cerveza, es una solución hallada en el siglo XIX para la conservación de la cerveza. Cuando el buen tiempo llegaba, la producción de cerveza se detenía debido a las altas temperaturas, que no permitían la correcta fermentación del mosto con la levadura. Para contrarrestar sus efectos en el último lote, el de marzo, se le añadía el doble de malta para que pudiera aguantar todo el verano sin echarse a perder. De ahí el nombre Märzenbier (Cerveza de Marzo) y su intenso amargor. El primer lote de estas cervezas solía abrirse coincidiendo con el Oktoberfest, la fiesta de octubre celebrada en Munich dónde la cerveza era el centro de la celebración.

Pues bien, al servirla presenta un color dorado oscuro, poco transparente aunque sin llegar a ser turbio, y con un alegre burbujeo. La espuma blanca presenta una agradable consistencia cremosa que duró durante toda la cata.

En boca, tras un instante en que se percibe un suave gusto a cereal, aparece repentinamente y con intensidad una invasión de caramelo quemado, con algún ligerísimo recuerdo a naranja, que se va diluyendo lentamente y dejando paso a un persistente sabor herbáceo, refrescante y con un punto amargo, muy duradero. Se trata de una cerveza con bastante cuerpo aunque no demasiado compleja, muy fácil de beber y de consecuencias impredecibles por sus 7,2º.